Admito que ser de Porsche es fácil. Es apostar a caballo ganador, y sin duda mucho más fácil que ser alfista. Está genial ser alfista, está claro, pero a veces tienes que justificarte demasiado. Y eso puede resultar agotador. Cuando echo la vista atrás me veo en mi habitación de adolescente. Había cuatro pósters: un […]