Prueba BMW M3 Competition xDrive 2023 (G80), misil balístico

Bienvenido a la primera prueba del blog, la de este BMW M3 Competition xDrive G80 con el que iniciamos una sección en la que el Dr. Gasari aportará granitos de arena, y en la que esperamos traeros tanto deportivos modernos a tener en cuenta como algún clásico o youngtimer que tener en el garaje antes de que sea tarde. Y sin más dilación, es hora de despegar, porque con tracción total, 510 CV, cambio automático y la puesta apunto de los ingenieros de BMW M, este M3 es más la reencarnación de aquellos misiles alemanes V2 que una berlina de cuatro puertas.

El primer M3 de tracción total de la historia

Siguiendo al M5 actual, este M3 hereda la tracción total M xDrive, un sistema que rompe los esquemas de más de 30 años de tradición en la berlina alemana, pero que una vez lo pruebas, lo que rompe es tu comprensión de lo que una berlina puede correr. Solo está disponible para las versiones Competition, pero no te podrás parar mucho a elegir, ya que en España solo se venden las versiones Competition.

Sobre el papel enviar potencia al tren delantero supone un aumento de 50 kg de peso al conjunto, conjunto que ya es pesado en términos deportivos, nos ponemos en 1.855 kg en orden de marcha. «Ha engordado con los años más que yo el M3» dice el Dr. Gasari entre risas «el primer M3 E30 apenas pasaba de 1.150 kilos y era dócil y ágil, aquí la ingeniería hace magia, allí eran tus habilidades y un chasis equilibrado, pero aún así es muy bueno moviéndose entre curvas»

Al Doctor no le falta razón, es pesado, y al límite se puede notar que nos movemos con el peso de un SUV convencional, pero claro, han pasado décadas en tecnología, seguridad y otras características, tampoco tenemos solo 200 CV para moverlo… pero no podemos cambiar al Doctor y su mentalidad afín a Colin Chapman.

El Dr. Gasari no probaba un BMW M desde su M5 E39 manual…

Aún así hay que poner en valía el trabajo del equipo de Franciscus Van Meel, jefe de la división BMW M, pues es sorprendente lo bien que el coche pasa por curva, su aplomo a alta velocidad, su capacidad para transmitirnos hacia donde van esos kilos extra… La suspensión adaptativa tiene mucho que decir, y el modo Sport de los tres posibles (Confort, Sport y Sport Plus) es redondo si no sabemos que asfalto nos vamos a encontrar.

No es rápido, es demoledor

Que el motor de un M3 sea un prodigio no es nada nuevo, pero el bloque biturbo de seis cilindros en línea y 3.0 litros es el nuevo orgullo de BMW M. 510 CV y 650 Nm de par que ahora gestiona un cambio de convertidor de par llamado BMW M Steptronic con su sistema Drivelogic.

Son 8 velocidades que llegan una tras otra como las campanadas de noche vieja, con contundencia, sin parar, sin fallo, sin perder potencia. Si has subido a un M3 F80, el anterior, y el cambio iba en la tercera posición más rápida, recordarás los empujones que parecía dar el tren posterior cada vez que engranaba una marcha. Eso ha desaparecido, ahora solo hay velocidad pura, un empuje frenético a convertir el paisaje en una masa difuminada.

De 0 a 100 km/h en 3,5 segundos, 0.4 más rápido que el BMW M3 sin el M xDrive, una cifra antes solo posible si llevabas un superdeportivo italiano, ahora posible, y créeme que real, en una berlina de cuatro puertas con la que poder ir de trackday, de ruta o de compras.

En las transiciones entre curvas lentas el empuje del BMW M3 xDrive es aplastante, tu celebro recalcula las posibilidades de lo que es ir rápido con una berlina de 4,7 metros de largo. No parece tener régimen malo, da igual que te olvides bajar una marca, el cambio lo hará por ti si no va en la posición manual y antes de que te des cuenta, ahí están las casi 7.000 revoluciones y ya están llamándote de la torre de control más cercana para que abortes el despegue.

«Jamás probé una berlina tan bruta pero a la vez eficaz, me recuerda a los Bentley que tuve cuando pasaron al Grupo VW, esa mágica sensación de dejar atrás el asfalto en un vehículo de cuatro puertas, es como si el M3 se tomara la virulencia del M5 en un cuerpo más amigable para las curvas» dice el Dr. Gasari después de hacer un Launch Control y atacar unas curvas en pendiente.

Y nada más lejos de la realidad, los 510 CV parecen mentira, como si tuviera más, pero es la letal combinación del cambio, la tracción total y el chasis lo que le hacen empujar con fuerza constantemente.

Por suerte para detenerlo llevamos los frenos carbocerámicos, una opción solo disponible en el Pack M Race Track, y que recomendamos encarecidamente pues pronto te ves alcanzando velocidades de vértigo y hay que pararlo. La mordida es dura y contundente, este M3 xDrive también incluye a través del Setup la opción de poner los frenos en Sport en vez de en Confort. Con esto el pedal del freno actúa con un tacto más directo y preciso, es el modo que hay que llevar siempre si vamos a disfrutar como niños de este BMW.

Entonces ¿Ya no derrapa como un BMW?

Depende de lo que te pida el cuerpo, este BMW M3 Competition puede ser un misil de precisión al que no le importe la suciedad del asfalto o las condiciones climáticas, o la máquina de drift que todo el mundo ama y conoce.

La tracción M xDrive presenta siempre una predilección por el tren posterior, pero envía de forma inteligente par al eje delantero si detecta pérdida de tracción en el eje posterior. Nosotros podemos mandar sobre ese sistema a través del DSC y el diferencial activo, es decir, gracias al a electrónica, por poco que le guste al Dr. Gasari. «Me parece brujería que con solo apretar un botón pasemos de tener una berlina con la que ir muy rápido de forma segura a convertirnos en hoolingans del asfalto y podamos hacer de lado la «Curva del Chocolate», dice quitándose sus gafas de sol Persol para ver bien la pantalla digital del cockpit que indica que va en modo 2WD.

Y es que podemos pasar al modo 4WD Sport, en el que envía aún más par al eje trasero pero sigue habiendo comunicación con el delantero, lo que permite deslizar la bonita y musculada zaga de este M3 G80 brevemente, o pasar directamente al modo 2WD en el que tener un coche más rabioso y capaz de cruzarse del todo. O cruzarse menos, pues el control de tracción en este modo es ajustable en 10 niveles, desde el «no me atrevo a ponerlo a 45 grados» hasta el «todavía puedo pasar aún más de lado».

No recomendamos este último si queremos impresionar al copiloto, si la carretera es estrecha o simplemente si no queremos lapidar varias pagas extra pagando la pintura individual de nuestro M3, Lagunengruen Metalizado, pero si eres de los que en circuito está más cómodo sin controles o sabe de verdad exprimir el coche sin ellos, es ideal. También para fundir las brillantes Michelin Pilot Sport Cup 2 o el equivalente deportivo de cualquier otra marca.

Un M3 para todo ¿locura o justificable?

Quizás ese sería el precioso M3 Touring, pero ya hablará el Dr. Gasari con quien haga falta cuando llegue el momento. Este es sin duda un deportivo con forma de berlina que puede ser simplemente una berlina deportiva cuando se trata de hacer cosas normales, de utilitario de toda la vida.

Hay cinco plazas, sus cuatro puertas accesibles, su maletero amplio de 480 litros, buena visibilidad, no es duro en suspensión aunque si es más firme obviamente, pero en términos generales se comporta bien en la civilización.

Además es todo un exponente de tecnología a bordo, con la doble pantalla para la instrumentación y el panel de información, head-up display, todos los asistentes de conducción habidos y por haber, todas las opciones que te imagines para estar conectado al coche… mil gadgets que no nos paramos a probar porque solo queríamos conducirlo en carreteras de curvas pero que sabemos que un usuario habitual en su día a día agradecerá.

Se puede viajar con él incluso, no habrá muchas quejas de los demás ocupantes salvo que actives el modo 2WD o se suban a los baquets de carbono muchas veces a lo largo del día.

Estos son cómodos, mucho teniendo en cuenta lo espectaculares que son y lo bien que recogen, con ajuste eléctrico, pero el apoyo de la pierna sobresale y nos chocaremos con él constantemente si no cogemos una posición de entrada al coche idónea, aunque ahorran 10 kg de peso. Son parte también del citado Pack M Race Track.

Dicho pack también incluye mogollón de carbono, dentro y fuera del coche, como las bonitas levas o el difusor trasero, así como llantas más grandes, Head-Up Display, el pack M Driver que lo deslimita de 250 km/h, la app M Laptimer y el M Drift Analyser. Este pack no es divisible y cuesta 21.000 euros. Lo que nos lleva al último apartado de esta prueba.

122.000 euros por el M3 más rápido

Sin duda es el más rápido en el 0 a 100 km/h, en un circuito ya tendría que vérselas con el aligerado, potenciado y radicalizado M3 CS. El precio sube la tarifa 5.000 euros respecto a un BMW M3 de propulsión trasera, y lo cierto es que solo lo veríamos justificable si el coche va a ser usado para todo, siendo más seguro si vamos a conducir bajo climatología adversa, si vivimos en una zona de montaña, si nos gusta la tremenda sensación de empuje sin contemplaciones con el acelerador…

Nuestra unidad de pruebas supera los 150.000 euros entre el color de BMW Individual, opciones, packs, etc. Otros superdeportivos de su talla cuestan eso sin opciones locas… sin carbocerámicos incluso, así que en esa categoría de objetos de 4 ruedas capaces de batir a un misil de largo alcance está emparejado.

BMW M3 Competicion xDrive, conclusión

¿Se lo compraría usted Dr. Gasari? «¡Claro! Es el M3 ideal para ir a esquiar al Pirineo sin cadenas, para empezar a conducir en circuito sin muchas habilidades o para llevar segura a la familia o los amigos en un día de lluvia sin redimirte a la hora de sacar sus 510 CV, y además se vuelve un M3 de toda la vida con solo apretar un botón» dice el Dr. Gasari contemplando esas caderas anchas.

No cabe duda de que este M3 Competition xDrive puede hacer todo eso y más, ser un coche de diario medio discreto según el color elegido a pesar de sus 10 l/100 km, ser un deportivo que te pegue al asiento y te haga vibrar con el sonido de su motor, o ser una mala bestia derrapadora que te obligue a sacar tus mejores habilidades al volante.

El BMW Serie 3 E30 fue el primero con tracción xDrive y el primer M3, ahora este G80 es el primero que suma esas dos claves, una variante de la berlina deportiva que sorprende por ser aún más rápida de lo que ya es el M3 normal, y que no pierde ni pizca de su esencia cuando hablamos de disfrutar al volante. Bienvenida sea la tracción total así.

Leave a Comment